La gente puede hacer su
trabajo bien, o puede hacerlo mal; es más, cuando se trata de una obra de
creación (pintura, escritura, arquitectura, gastronómica o cine) hay que tener
algo más que una actitud mecánica de disponer adecuadamente determinados medios
técnicos … hace falta inspiración, incluso suerte, para dar con el elemento que
convierta algo mediocre en una obra de arte.
Pues, bien, Trueba está
ya camino de la vulgaridad más absoluta, quizá en algún momento pudo hacer buen
cine, hoy parece que ya no, está en pleno declive.
Y esto es al margen de
su estúpida perorata al recibir el Premio Nacional de Cinematografía
(21-09-2016, San Sebastián, durante el 63º Festival de Cine); dijo gilipolleces
mil, y ofensivas para muchos, pero no renunció a los 30.000 euros … total, ¡un
mamarracho!.
Si la gente no va a ver
su última “peli” no debe buscar excusas, ni remedios baratos, porque escudarse
en el boicot podría tener el “premio” de que todos los idiotas del país se vayan
corriendo a ver su pestiño por una cuestión de militancia. ¡Y a esto le llaman
“cultura”!
¡Ah!,
y una amable sugerencia a quien ha puesto el titular en la imagen que hoy
encabeza el post… a tono con el personaje, ¿qué tal en lugar de “castañazo”, haber
puesto “gatillazo”?.
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