Este pasado lunes la plana mayor del NaZionalismo vasco se dio un paseo, disfrazados ellos (y ellas, of course) y uniformados con chalecos anaranjados de seguridad, por una nueva planta de la cosa esta clerical que rezuma olor a naftalina que es Eroski, se trataba de la inauguración oficial de la nueva plataforma logística automatizada de Elorrio (Vizcaya), que ha costado 40 millones de euros, allí estuvieron el presidente regional autonómico vasco, Iñigo Urcuyo, y el pseudo virrey de Vizcaya, Pepeluí Bilbao, y sus respectivas mesnadas de cortesanos.
Lo de la propaganda está bien, y nada tenemos que oponer al respecto (quien no se exhibe, no vende, y no están los tiempos para dejar de vender nada), ahora bien, lo humillante para muchísimos ciudadanos vascos es la información que aparecía al pie de página (edición impresa de El Correo, pag. 44), referente a la “salida” que Eroski pretende dar a los tontos a los que engañó y encajó su “deuda perpetua”, que data de 2002, 2003 y 2007.
Esta “salida” es la siguiente:
• no les devolverá el 30% (o sea, directamente se lo "choriza"),
• les devolverá únicamente el 15% del dinero que les sacaron,
• el resto (55%) se lo canjeará por bonos subordinados a 12 años, al euribor más el 3%.
Nos parece una desvergüenza el proceder de Eroski, y más desvergüenza aún el apoyo que para este atraco recibe de las instituciones en las que manda el PNV.
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