La situación del gobierno municipal de Bilbao es un auténtico esperpento; el alcalde lleva más de medio año instalado básicamente en el hospital de Basurto y convaleciente en su domicilio, y ha estado, por tanto, ausente en su despacho oficial, por lo que muchos asuntos de la gestión del Ayuntamiento están a la espera de su reaparición (su voto es determinante en el pleno), así que las cosas (algunas muy importantes) se aplazan "sine die". ¿No tiene el PNV a nadie capaz de sustituir al durangués Ignacio "Iñaqui" Azcuna?.
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