Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

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martes, 24 de marzo de 2009

Prepotencia, amenazas y malos modos NaZionalistas en vísperas del cambio

El fin del régimen sabiniano en el País Vasco parece inminente y el deseo ciudadano de cambio político se nos antoja muy, pero que muy muy factible. Sólo se resisten a la renovación de las estructuras de poder los adictos al régimen, y sus dirigentes, pero, conscientes ya de que deben ir a la oposición por un imperativo democrático, sacan a relucir las peores formas, con dos argumentos peligrosísimos: llamar subliminalmente golpistas a quienes en el parlamento vitoriano voten cambio, y anunciar que ellos seguirán gobernando desde no se sabe qué ignoto lugar.
Saber, sabemos todos muy bien, que el nacionalismo ostenta un poder omnímodo (y omnívoro) que abarca clubs de fútbol, colegios profesionales, empresas públicas y semiprivadas y todo tipo de instituciones, y además está sobrerrepresentado, muy por encima de su peso real en la sociedad, algo que, precisamente, debe cambiar.
Los avisos nacionalistas a navegantes deben ser tenidos muy en cuenta. ¿Que hay empate en el Consejo Vasco de Finanzas?, cámbiese a los diputados generales de Álava y Guipúzcoa; que Eudel dice no se sabe qué, cámbiese algún ayuntamiento ... y que los nuevos departamentos forales de Hacienda giren una circular.
O el nacionalismo comienza a practicar la lealtad institucional, algo a lo que no están acostumbrados, o el nuevo gobierno regional fuerte que toda la sociedad desea deberá hacer sentir el peso de la legalidad y, sobre todo, de la legitimidad para gobernar sin trabas ni cortapisas.

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