Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

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viernes, 5 de diciembre de 2008

La timba de la infamia … con el cadáver a unos metros, los compañeros de partida continúan el juego

Nos indignó la información de portada de la edición impresa de El Mundo de ayer, unía la fotografía del cadáver aún caliente, en el suelo frío y empapado de lluvia, de Ignacio Uría, y la imagen de los “compañeros” de partida de la víctima, que jugaron a las cartas con toda normalidad, como todos los días, buscando rápidamente un sustituto para ocupar el puesto de Ignacio en la mesa.
El contraste de imágenes es espeluznante, y hay quien sostiene que estas cosas no se deben publicar … pero se equivocan, sí se deben publicar, porque representan de una manera absolutamente fidedigna lo que pasa a diario en Vascongadas: cuando la cosa anda entre NaZionalistas hasta los amigos más íntimos de la víctima se alejan inmediatamente de él, “algo habrá hecho”, “que a mí no me salpique”, “que continúe la fiesta”, “aquí no ha pasado nada”, “no voy a decir, ni hacer, nada por si me perjudica”, “es mejore llevarse bien con los asesinos y sus cómplices … que hay que seguir viviendo akí y jugando la partida todos los días”, “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”.
El pie de foto original de la portada de El Mundo decía ayer: “Arriba: Agentes de la policía científica junto al cadáver del empresario Ignacio Uría del mortal atentado. El segundo por la derecha sustituyó al empresario. (CARLOS GARCÍA / MITXI)”.
P. S. Leemos hoy mismo en algunos diarios una especie de aclaración: el Sr. Uría solía jugar en ocasiones dos partidas, en dos bares distintos: en el primero ("Kiruri"), sus amigos no "echaron la partida" el día del asesinato; pero en el segundo bar ("Uranga"), sus compañeros de juego no se privaron del placer del juego, con el cadáver de Ignacio, aún caliente, en la vía pública, a pocos metros de distancia ... Dice la crónica que en este local ("Uranga") "sí hubo cartas tras el asesinato, por decisión de sus compañeros de mesa como recuerdo a su amigo. Ayer también echaron unas manos, pero no quisieron más fotos". ¡Manda güebos!.

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