La prensa de ayer recogía algunas de las "perlas" que aparecen en el borrador de conclusiones de la comisión de investigación abierta en el parlamento de Vitoria, de momento nos quedamos con una que, desde estas ciberlíneas, hemos auspiciado desde el principio en base a dos simples ideas: la aplicación de elementales reglas del razonamiento humano y la aplicación de elementales principios de la gestión empresarial.En las conclusiones se dice:
"En las Sociedades Tenedora e Inmobiliaria del Guggenheim existió por parte de Juan Ignacio Vidarte una falta de capacidad profesional; de conocimiento y control de los procesos de trabajo y de la acción de sus subordinados; de tutela efectiva de sus bienes; de gestión adecuada (con pérdida importante de recursos); y de rendición final de cuentas".
La noticia tiene el siguiente encabezamiento:
"Vidarte "conocía y consentía" la gestión financiera de Cearsolo fuera de todo control"
¿Tendrá el Sr. Vidarte la decencia de presentar hoy mismo su dimisión?.
Y el enlace a la noticia lo tienen pinchando aquí.
1 comentario:
Amigo, me permito la libertad de copiarle aquí mi entrada de hoy por la gravedad de lo comentado.
Disculpe si no opino sobre el suyo pero desconozco la investigación a que se refiere. Un abrazo.
El asesino de la pulsera inútil
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en adelante SGIP, dice que todo funcionó de puta madre. Me gustaría que hicieran otro comunicado explicando a la opinión pública cuántos muertos contaríamos si la cosa hubiera salido malamente.
Maximino Couto, salió con permiso carcelario y con un dispositivo electrónico de control, luego, se desprendió de él y mató a su pareja. Después, hirió a tres personas más.
Según parece, al quitarse Couto el aparato, se disparó la alarma en la Unidad Central de Vigilancia Electrónica, sin que fuera detectada por los funcionarios de servicio. ¿Qué mejor ocupación tenían los funcionarios que detectar posibles alarmas?
Y, aún, nos dicen que todo funcionó estupendamente. Veamos. Nadie revela porqué estos funcionarios no están suspendidos de empleo y sueldo hasta que se demuestre su inocencia en los acontecimientos.
Es necesaria una reparación a las víctimas y a la opinión pública desde la Unidad contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno en Galicia. Y de la Xunta de Galicia. Más tarde, un castigo a los culpables, ceses y dimisiones.
Y, que al Sr. Couto, no lo vuelvan a dejar pisar la calle. Nunca.
El asesino de la pulsera inútil
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